El viaje en el nostálgico tren de cremallera es una experiencia en sí misma. Una vez arriba, le esperan unas vistas panorámicas de la región de Jungfrau y el lago de Thun.

Desde el Grimsel Hospiz, el viaje de dos partes y unos 30 minutos de duración te lleva a través del Lago Grimsel hasta el Lago Oberaar, al final del cual nace el río Aar del glaciar del mismo nombre.

Las cascadas caen 600 metros desde la meseta de Engstligenalp hasta el valle. Así, las segundas cataratas más altas de Suiza ofrecen un espectáculo natural de primera clase, protegido por la ley cantonal de conservación de la naturaleza desde 1948. Puedes disfrutar de todo el esplendor de este espectáculo burbujeante en un recorrido circular, una ruta de senderismo de montaña, una vía ferrata, en autobús o en telecabina.

Desde 1892 está en marcha la máquina a vapor: El ferrocarril Brienz Rothorn pasa por prados alpinos, arroyos, rocas y bosques dispersos por encima de la línea de árboles hasta el Brienzer Rothorn, situado a 2.351 metros sobre el nivel del mar. Durante el trayecto de aproximadamente una hora (7,6 kilómetros), se abre una vista panorámica impresionante sobre el imponente Oberland bernés: ¡experimenta la pura felicidad!

El tren de la nostalgia, con su vagón de madera de 24 plazas fielmente reproducido, asciende por la montaña contemplando el salvaje arroyo y las imponentes cataratas de Reichenbach, a 120 metros de altura. Los amantes de Sherlock Holmes no pueden perderse esta excursión.

La góndola lleva a los visitantes desde el Grimsel Hospiz hasta el pie del muro de la presa de Grimsel en pocos minutos y a las rutas de senderismo hacia Rätrichsbodensee y Grimselsee.

Camina por el sendero circular a través de exuberantes praderas alpinas y fragantes bosques de pino piñonero suizo hasta los idílicos (aunque efímeros) Arvenseeli (pequeños lagos de montaña). Para las familias, el sendero de acertijos con los enanos Godi y Kari ofrece una emocionante oportunidad de descubrir la naturaleza de forma lúdica. Los más aventureros pueden poner a prueba sus habilidades ciclistas y la durabilidad de su equipo en el sendero freeride. En invierno, la región se transforma en un paraíso para los esquiadores de fondo, los excursionistas con raquetas de nieve y los paseantes invernales.

En el Stockhorn le espera una vista espectacular hasta el Mont Blanc. Para los más pequeños, hay un emocionante recorrido de preguntas y respuestas, un sendero de aventura y dos estupendos parques infantiles. Una atracción especial es la plataforma panorámica con suelo transparente: ¡una emoción que no te puedes perder!

El pequeño teleférico rojo te lleva hasta una maravillosa zona de senderismo con impresionantes vistas del Eiger, el Mönch y la Jungfrau. En verano, se puede bajar a toda velocidad hasta el pueblo en una moto scooter, y en invierno se puede hacer el mismo recorrido en trineo. 🚠🏔️

El impresionante panorama alpino, el sendero de la cresta y los íbices salvajes bien merecen un viaje al Niederhorn. ¡Rocky y su pandilla se encargan de la acción! ¿Nunca has oído hablar de Rocky? Entonces vamos a vivir las aventuras de orientación alpina del descarado íbice. A los que les guste aún más la acción, les recomendamos un estupendo descenso en scooter-bicicleta.

En sólo siete minutos, el teleférico le llevará desde la estación del valle de Elsigbach directamente hasta Elsigenalp, a 1.800 metros sobre el nivel del mar. Una vez en la cima, podrá relajarse en medio del impresionante entorno natural, disfrutar del aire puro y simplemente desconectar. El pintoresco lago Brandsee está a sólo 15 minutos y le invita a nadar desde mediados de verano. Aquí también podrá alquilar tablas de SUP, remos y chalecos salvavidas y dar una vuelta por el agua. No olvide hacerse una foto de recuerdo en el punto fotográfico junto al lago. Si desea hacer una pequeña pausa, los numerosos fogones que rodean el Brandsee son la ocasión perfecta para disfrutar de una acogedora barbacoa. Por supuesto, hay leña disponible.

Desde la carretera Sustenpass se sube directamente en diez minutos a la falda de los Dolomitas Gadmer: esto es posible gracias al tren Tällibahn. La góndola del antiguo ferrocarril de la fábrica tiene capacidad para ocho excursionistas. Una vez arriba, todo el mundo, ya sea joven o un poco mayor, encontrará su lugar favorito.